Algunas veces (no te voy a engañar) yo paso por tu casa y juego a imaginarme que salís por la ventana y sonreís sin hablar. Algunas veces me equivoco o me olvido que vos ya me olvidaste y voy caminando despacito, comiéndome centímetro a centímetro los pasos que doy por la vereda, hasta llegar justo debajo de donde está, abierta como un mundo, tu ventana. Y no salís.
Sos vos la que no está.
Cuando llego a la esquina me doy vuelta esperando que las cosas, todo lo que imagino, se haga realidad. Y vos nunca salís. No veo ni siquiera tu sombra moverse detrás de las cortinas o dentro de la casa. No veo a tu gato, no escucho esa música de mierda que escuchás y es raro; tampoco puedo sentir nada.
Dolor, angustia o lágrimas. No siento nada.
Sos vos la que no está.
Yo creo que los días, las horas, las semanas, me dejaron de lado como siempre. Yo creo que la gente tiene razón cuando me dice que la memoria termina por matar a los más débiles, y entonces miro el piso, las baldosas, la vereda de tu casa. Y me voy sin escuchar, sin sentir cosas bonitas. Me voy sin decir nada.
Y creo que vos nunca estuviste.
Sos vos la que no está.
Hola
Hace 10 años
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